sábado, 19 de marzo de 2011

Clameurs légitimes et légitimité des urnes

Historiquement les révolutions ont toujours été menées par des minorités agissantes, qui n'en ont jamais bénéficié, à terme. Mais la vrai démocratie s'exprime au travers des urnes, lorsque les uns et les autres sont prêts à accepter son verdict.

Dans une démocratie qui se respecte, les clameurs, même légitimes, ne peuvent remplacer la vertu du vote libre et transparent.

En dehors des urnes, l'expression du peuple demeure sujette aux aléas du rapport de force. On ne peut alors invoquer les valeurs démocratiques universellement reconnues. On court plutôt le risque d'abonder, même de bonne foi, dans le sens d'un totalitarisme exclusif et absolu.

Abdeslam Baraka

Rabat le 19 Mars 2011

Nuestro futuro está en las entrañas de nuestro orgullo

Nos encontramos ante una oportunidad histórica, única, en la existencia de la humanidad, con la obligación de tener en cuenta de que en este mundo global, la revolución de conciencias deber ser igualmente global.

El sistema injusto que padecemos, en el tercer mundo, desde hace décadas, obra maestra y expoliadora de los ex colonizadores y actuales neo-colonizadores, que lo inventaron y lo impusieron al resto de las naciones, se queda hoy sin aliento. Pero de nuevo y en el momento en que los países del sur, lideran las protestas contra ese sistema y sus ejecutores locales, ellos no vacilan en presentarse esta vez, como "libertadores", en una maquinada y apresurada tentativa de acompañar los vientos de libertad. 

Si liberación debe haber, deberá ser global. En cuanto a nosotros en el sur del mediterráneo, necesitamos ser merecedores de independencia de criterio, de decisión y de dignidad, contando sobre nuestra responsabilidad y propia fuerza de voluntad. No creo que nadie sea receptivo a una libertad obtenida a golpe de campañas militares y bombardeos, cualquiera que sea su origen. 

Nuestro futuro esta en las entrañas de nuestro orgullo. Sin ello nada valdría la pena.

Abdeslam Baraka

Rabat el 19 de Marzo 2011

lunes, 7 de marzo de 2011

Mis notas en pro de una democracia útil (3)


Mis notas en pro de una democracia útil (3)

Los países del sur del Mediterráneo y de Oriente próximo, se enfrentan a nuevos desafíos de desarrollo que preserven sus recursos humanos y naturales. Están llamados a contribuir, juntos, a la edificación de un mundo solidario y de paz donde el único denominador común deberá ser el de la democracia y el del respeto de la voluntad de los pueblos.

La cultura de la autoridad debe ceder el paso, en democracia, a la cultura de la autoridad de la Ley. Esta última, solo se impone con la voluntad colectiva de someterse al arbitraje de la disposiciones legales y a la decisión judicial.
El objetivo de la democracia, no es el de desembocar en un modelo único de sociedad sino de permitir la coexistencia de antagonismos y rivalidades, en un marco pacífico de diálogo y de entendimiento.
La democracia no necesita de fórmulas abstractas para conseguir la buena gobernabilidad. El sentido común, la libertad de voto y el consenso en los temas fundamentales constituyen su principal hoja de ruta.
En un Estado de derecho, la democracia no es monopolio de nadie, mas bien constituye el único medio para el ciudadano de poder cambiar el curso de los acontecimientos con los instrumentos reconocidos de las libertades públicas.
El discurso político, si todavía existe, ha perdido su capacidad de movilización y de persuasión. Se hace cada vez más aritmético, más contable y se confunde en cifras y porcentajes que ahogan en tecnicismos cualquier aspiración y voluntad de mejorar la condición de los ciudadanos.
Es importante que el Estado, se mantenga en los limites de su concepto jurídico y que no se erija ni en competidor ni en mero observador. Pero el Estado no puede eximirse de lo esencial del servicio público y social, por muy liberal que sea y por muchos bienes y competencias que pudiera ceder a la iniciativa privada. Su personalidad moral no permite desvincularlo del conjunto de la población que lo conforma, por lo que la responsabilidad de los servicios concedidos o abandonados por los poderes públicos, deberá permanecer vinculada a su misión pública y a lo que debe ser su esencia democrática.
Los países del sur del Mediterráneo y de Oriente próximo, se enfrentan a nuevos desafíos de desarrollo que preserven sus recursos humanos y naturales. Están llamados a contribuir, juntos, a la edificación de un mundo solidario y de paz donde el único denominador común deberá ser el de la democracia y el del respeto de la voluntad de los pueblos. No por ello deberán alejarse de su referente religioso ni de su patrimonio cultural histórico; antes al contrario, su contribución a la nueva era se encuentra justamente en ese legado, en sus enseñanzas, su grandeza y su sabiduría.

Abdeslam Baraka
Rabat 7 de marzo 2011

viernes, 4 de marzo de 2011

Mis notas en pro de una democracia útil (2)

Las reformas políticas son convincentes cuando se inscriben en un itinerario y un programa de ejecución global consensuado y previamente anunciado, que permita una marcha colectiva y decidida hacia el objetivo.

La democracia es una constante adaptación a la realidad, al sentimiento y al resentir de la gente. No es un sistema que se pueda congelar. Debe adaptarse a todas las temperaturas, manteniendo el termostato en la posición: Interés general.
La democracia que no se sustenta en la estabilidad social,  en el dinamismo económico y en la creatividad no tiene posibilidad de sobrevivir. Corre el riesgo de caer en manos de toda clase de extremismos.
Las reformas políticas son convincentes cuando se inscriben en un itinerario y un programa de ejecución global consensuado y previamente anunciado, que permita una marcha colectiva y decidida hacia el objetivo.
El peor servicio que puede rendir un Estado o una colectividad regional u local a los ciudadanos es el endeudamiento excesivo. La falta de transparencia y las razones políticas y electoralistas suelen conducir a ello. Vivir por encima de sus posibilidades puede ser delictivo y en todo caso irresponsable.
La gestión de los asuntos públicos es por definición una gestión colectiva a través de los mecanismos participativos y la rendición de cuentas durante y al término de los mandatos. 
La descentralización efectiva a nivel regional (u autonómico) y local es la mejor expresión de la democracia, siempre y cuando se ejerza en el marco del marco global de la ordenación del territorio nacional. Lo peor del sistema consiste en el riesgo de desdoblamiento de los gastos públicos y proyectos de prestigio. 
Quien asume responsabilidades democráticamente, debe asumirlas solo, bajo control judicial y popular (y no bajo tutela administrativa). El dualismo en la gestión de los asuntos públicos puede constituir un serio freno al desarrollo y al avance en la concretización las aspiraciones ciudadanas.
No es por ser representante del Estado que se es mas nacionalista o mas inteligente que el resto de los ciudadanos. La cuestión no pasa de ser una simple repartición de papeles, funciones y misiones en el marco de una organización necesaria y global. Todos deberán ser sometidos a la misma Ley y al cumplimiento del deber.

Abdeslam Baraka
Rabat 4 de marzo 2011

miércoles, 2 de marzo de 2011

Mis notas en pro de una democracia útil (1)

La ley no es siempre justa. Los mecanismos parlamentarios hacen que se voten por mayoría, leyes injustas que revisten la toga de la legalidad. La ley debe ser justa en el sentido de imponer obligaciones razonables y derechos de impugnación y recurso.

- La lucha pacífica por la democracia necesita coraje y razonamiento. La democracia se ejerce en urnas transparentes y bajo control popular y no a través del quien grita mas. Los gritos de desesperanza también tienen su espacio cuando se manifiestan de manera ordenada y conforme a la Ley. Es la obligación de los partidos políticos y sindicatos canalizar las reivindicaciones. Sin ello, la democracia no existe y se transforma en anarquía.

- Los partidos políticos deben asumir su misión constitucional: Representar a la población, equivale a ser fiel intérprete de sus aspiraciones, sin tapujos ni tártagos.

- Los regímenes parlamentarios nunca fueron necesariamente el mejor sistema de gobierno. Tienen tendencia a inducir a cierta inestabilidad y clientelismo elitista (tercera y cuarta repúblicas francesas, sin citar el caso de Italia). La democracia es ante todo un espíritu y un comportamiento que se puede ejercer en el marco de un Estado estructurado y organizado, al servicio del interés general combinando el parlamentarismo y el presidencialismo, en dosis que tomen en cuenta la realidad de cada sociedad (sin prejuicio del marco monárquico).

- La ley no es siempre justa. Los mecanismos parlamentarios hacen que se voten por mayoría, leyes injustas que revisten la toga de la legalidad. La ley debe ser justa en el sentido de imponer obligaciones razonables y derechos de impugnación y recurso.

- El sistema financiero de bolsas de valores ha fracasado provocando la peor crisis financiera internacional. En su formato actual no está hecho para los países en desarrollo y es hora de reformarlo en los países ricos. No hay lugar a aprovechar la buena fe de los ahorradores para inducirlos en un casino controlado por los grandes inversores  y especuladores de los que desconoce la identidad y dirección.

- El Estado funciona principalmente con las aportaciones fiscales de los contribuyentes. El Estado representa in fine la comunidad de contribuyentes y el resto de la población, y por tanto no puede erigirse en entidad moral distinta y desarrollarse de manera autónoma. Deberá someterse a las exigencias de la comunidad y servir sus intereses.

- Un gobierno responsable es quien respeta sus promesas electorales y quien sirve el interés de sus ciudadanos. Un gobierno responsable rinde cuentas por los actos de sus componentes. Un gobierno responsable es quien, sin artilugios, devuelve la palabra al pueblo en elecciones anticipadas cuando no cumple o no puede cumplir.

- La política exterior forma parte del sentimiento de dignidad de un pueblo. La dignidad en las relaciones internacionales equivale al respeto mutuo en nuestras sociedades. Con respeto y dignidad se avanza, con soberbia y desdén se retrocede. El siglo XXI merece que se sustituya  el lenguaje de la fuerza por el de la fuerza de la razón y el entendimiento. Sino tendremos que reconocer que no habremos avanzado ni un ápice desde la edad media y tiempos remotos a pesar de los avances tecnológicos, científicos y culturales. ¡el ser humano no puede ser tan inconsciente!

- El mercado debe ser libre pero el Estado no puede ser liberal. El Estado es Estado, democrático, regulador, servidor, con misión de seguridad, de defensa, de servicio público, de atención y protección al ciudadano. El Estado no puede ser una empresa privada, del mismo modo que no debe ser agricultor, comerciante ni mucho menos broker.

- Los desmembramientos del Estado (oficinas públicas, empresas estatales, participaciones del Estado, colectividades locales...) deben poder ser controlados de manera directa por la soberanía popular y por sus representantes a nivel nacional, siempre y cuando se benefician de la ayuda estatal.

- Una democracia bajo el yugo de la disciplina partidista extrema, atenta contra la autonomía de la voluntad popular y neutraliza el principio constitucional de libertad de voto de los representantes de la nación. La democracia se hunde cuando se transforma en práctica del voto aritmético.

-La dictadura de un partido mayoritario, también se puede dar en democracia. El Pueblo no debe ser un campo de experimentación. Deben haber derechos fundamentales que no se alteren por el cambio de mayorías. La única manera de cambiar esta situación es tenerla inscrita en la constitución de cada país. El voto popular no es un cheque en blanco.

- Los que pretenden hablar en nombre del Pueblo deberían tener la osadía de presentarse ante el para merecer el mandato popular y poder hablar en su nombre según su delegación, pues nunca se trata, en democracia, de un mandato universal y permanente (una cosa es analizar y otra muy diferente es expresarse en nombre de los demás).

Abdeslam Baraka


Rabat 2 de marzo 2011

lunes, 28 de febrero de 2011

Reivindicaciónes legítimas y grandes intereses estratégicos




¿Estaríamos frente a las primicias de un nuevo conflicto mundial? La agenda de los pueblos del sur se limita a legítima reivindicación de mas justicia, mas igualdad y mas libertad. Pero grandes intereses estratégicos parecen estar en juego. ¿Podemos creer que las grandes potencias actuales y emergentes, cuyas flotas de portaaviones necesitan millones de toneladas de carburante para su desplazamiento y sus industrias de millones cúbicos de gas se limitarán, entre ellos, a las cortesías de costumbre?

Los Pueblos del mundo merecen que las intenciones se aclaren y que se les trate en consideración de su sentido de la responsabilidad y su alto grado de discernimiento.

La historia nos demuestra que las grandes crisis financieras terminan siempre con conflictos de intereses de gran calado.

Los Pueblos del sur rechazarán con todas sus fuerzas la reedición de un nuevo Sykes-Picot. Ellos aspiran a una verdadera independencia y a la dignidad humana.

Abdeslam Baraka

Rabat 28 de febrero 2011

domingo, 27 de febrero de 2011

Para que el vacío no sea arrebatado por la contingencia de la aventura.


¿Habría un antídoto para evitar que la humanidad siga masacrándose y que decida vivir en paz y verdadera justicia por lo que le quedaría de existencia?

¿Porque el pueblo llano presentía la llegada de los pésimos momentos presentes y que los expertos, a los que está de moda confiar las opciones decisivas, optaron por seguir ciegos y hacer oídos sordos?

¿Será que la humanidad no cambia de naturaleza y que sigue siendo tan hipócrita y oportunista consigo misma, hasta el punto de engañarse?

¿Podría una cierta cultura, la de la solidaridad entre los pueblos, la del compromiso con la justicia y la de la defensa de la libertad, evitar a nuestros hijos seguir derramando su sangre, sin justificación vital alguna?

Alguien deberá indicar un camino, el verdadero, en el que la humanidad aprendería de sus errores y que acierte en sustituir la mera glotonería de la preponderancia y el exceso, por el cúmulo de las enseñanzas de la vida y de la historia.

Pero alguien deberá indicar ese camino, para que el vacío no sea arrebatado por la contingencia de la aventura. Alguien o simplemente algo, que consistiría en el razonado sentido común, debería lograrlo.

¡Por algo disponemos de inteligencia humana y de discernimiento!

Abdeslam Baraka


Rabat el 27 de febrero 2011