Las reformas políticas son convincentes cuando se inscriben en un itinerario y un programa de ejecución global consensuado y previamente anunciado, que permita una marcha colectiva y decidida hacia el objetivo.
• La democracia es una constante adaptación a la realidad, al sentimiento y al resentir de la gente. No es un sistema que se pueda congelar. Debe adaptarse a todas las temperaturas, manteniendo el termostato en la posición: Interés general.
• La democracia que no se sustenta en la estabilidad social, en el dinamismo económico y en la creatividad no tiene posibilidad de sobrevivir. Corre el riesgo de caer en manos de toda clase de extremismos.
• Las reformas políticas son convincentes cuando se inscriben en un itinerario y un programa de ejecución global consensuado y previamente anunciado, que permita una marcha colectiva y decidida hacia el objetivo.
• El peor servicio que puede rendir un Estado o una colectividad regional u local a los ciudadanos es el endeudamiento excesivo. La falta de transparencia y las razones políticas y electoralistas suelen conducir a ello. Vivir por encima de sus posibilidades puede ser delictivo y en todo caso irresponsable.
• La gestión de los asuntos públicos es por definición una gestión colectiva a través de los mecanismos participativos y la rendición de cuentas durante y al término de los mandatos.
• La descentralización efectiva a nivel regional (u autonómico) y local es la mejor expresión de la democracia, siempre y cuando se ejerza en el marco del marco global de la ordenación del territorio nacional. Lo peor del sistema consiste en el riesgo de desdoblamiento de los gastos públicos y proyectos de prestigio.
• Quien asume responsabilidades democráticamente, debe asumirlas solo, bajo control judicial y popular (y no bajo tutela administrativa). El dualismo en la gestión de los asuntos públicos puede constituir un serio freno al desarrollo y al avance en la concretización las aspiraciones ciudadanas.
• No es por ser representante del Estado que se es mas nacionalista o mas inteligente que el resto de los ciudadanos. La cuestión no pasa de ser una simple repartición de papeles, funciones y misiones en el marco de una organización necesaria y global. Todos deberán ser sometidos a la misma Ley y al cumplimiento del deber.
Abdeslam Baraka
Rabat 4 de marzo 2011