Ya va siendo hora, querido amigo,
De decir nuestra amistad.
Es tan natural, sólida y duradera
Que sería una pena que no se supiera.
No es que deba servir de ejemplo,
Se que ni tu ni yo pretendemos a tanto.
Ni nos interesa serlo ni para bien ni para mal;
Aunque no tengamos nada que ocultar.
Pero sí, que se sepa que somos hermanos
Con una pizca, diría yo, de preferencia
Sea por tu parte o por la mía
Por tan profundo amor mestizo.
Amor, cierto es amor,
Por una idea, por un proyecto
Nacidos por un bien común
Y convicciones compartidas.
Es amor al ajeno,
Amor a la diferencia
Amor a la buena vecindad
Amor cristiano y mahometano.
Tu cultura no fue la mía
Y tampoco la mía fue tuya
Pero las dos son grandes
Por servir la humanidad.
Pero por grandes que sean y porque lo son,
Ni se ofuscan ni se estremecen
Por saludar belleza y excelencia
Y hacer reverencia a la cultura gemela.
No quiero que sean largas
Estas palabras sinceras de reconocimiento
Yo de ti aprendí tantas cosas
Como tantos discípulos tuyos en su momento.
Recordaré con orgullo nuestras charlas
Después de esos tantos y bellos recorridos
Por llanuras, desiertos y mas halla de las montañas del Atlas
Encuentros y baladas por tantos senderos desconocidos.
Hicimos algo juntos,
Ni valoro ni me paso en ilusiones
Pero juntos echamos mano,
A ideales que se hacen realidad.
¡Que bien me siento en este momento!
Acariciando mi teclado de buen agrado,
Para decir gracias al buen amigo cristiano,
Por la amistad que doy y recibo de un ser humano.
Abdeslam Baraka
Rabat el 22 de octubre de 2017
A mi querido amigo José Carlos Garcia Fajardo
Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid