Ni con el apoyo del Rey Sebastián de Portugal y otros agresores extranjeros cómplices, pudo el traidor pretendiente al trono de Marruecos, vencer al Rey Legítimo Abdelmalek Essadi, apoyado por el fiel y valeroso Pueblo marroquí. Fue la batalla de Alcázarquivir o batalla de los tres Reyes con fecha del 3 de agosto de 1578.
Tampoco pudo ser la invasión de Bahia de Cochinos, en Cuba, apoyada por los Yankees extranjeros en abril de 1961, porque la patria no admite juegos sucios y compinches.
Los que pretenden poder sacar a sus Pueblos respectivos de sus crisis, alabado sea Dios, que lo hagan con su voluntad, sus mayorías de circunstancias y que asuman responsabilidades ante sus conciudadanos.
Pero que pretendan, partiendo de sus idealísimos, extender sus hazañas mezclando intereses propios y ajenos, apoyando segregación y separatismos en su entorno regional e incubar traidores a patrias y tierras vecinas, eso significa que siguen el camino erróneo del difunto Rey Sebastián y que ya tienen perdida su propia causa de antemano, sin ir mas lejos.
Con este recordatorio histórico, pienso que Podemos entendernos y evitar a unos y otros nuevas desilusiones, para que viva la amistad y la relación histórica Hispano-Marroquí, en pro de los intereses vitales de dos grandes Pueblos vecinos y solidarios.
Juntos, Podemos dejar que el problema sea el de los traidores en extinción, de corruptos y responsables de desvío de ayuda humanitaria internacional y que nunca sea el de los trabajadores y luchadores sinceros por el bienestar eterno de sus propios hijos y sociedades.
Me choca, me estremece y me confunde, la foto que representa, a primera vista, a un joven idealista lleno de voluntad, junto al que representa la historia sangrienta de tantos españoles desaparecidos, legionarios asesinados, mujeres secuestradas, opresión en los campos de Tindúf y complicidad confirmada con el nuevo terrorismo internacional cuyas víctimas fueron, lamentablemente, hasta ahora españolas.
¡O es que el pelo largo hace que la memoria sea corta!
Abdeslam Baraka
1 de febrero 2015