El titular retoma los términos de la declaración del Ministro de exteriores y de cooperación español, José Manuel García-Margallo, con motivo del nuevo procedimiento que permitirá a los Sefardíes expulsados en 1492 "adquirir la nacionalidad española de forma automática vivan donde vivan..."(El Pais).
Con este motivo quiero dar la enhorabuena a la comunidad Sefardí por esta decisión histórica, en particular, a todos aquellos que gusten atenerse a ella. Es obvio, que en general, ya no necesitan de ello y que todo esto parece llegar con unos cuantos siglos de retraso. ¡Cinco siglos de destierro y ahora como si nada! Aunque hay que reconocer que nunca es tarde para rectificar y que tales gestos siempre son de buen augurio para la reconciliación y la convivencia entre pueblos y culturas y políticamente correcto.
Lo que conviene destacar es que la actual iniciativa ha sido tomada por un gobierno legitimo y democrático.
Por otra parte, recobrar la memoria supone recobrarla entera. Eso incluye pensar en indemnizar a los moriscos que siguen conservando las llaves de sus casas y documentos que atestan de sus propiedades de las que fueron desahuciados sin derecho.
Las dos comunidades fueron expulsadas de lo que era entonces su país, y despojadas de sus tierras y sus casas por motivos de creencias religiosas o de dudas sobre su conversión "sincera".
Por fin, conviene recordar que el Reino de Marruecos fue entonces uno de los principales países de acogida de las dos comunidades y que nunca hizo diferencia alguna entre musulmanes y sefardíes en cuanto a sus derechos y obligaciones, incluso a nivel de nacionalidad.
¡Decisiones de este género son de aplaudir, aunque hay posibilidades de que ciertas estrategias y cálculos puntuales y coyunturales sorprendan por la imprevisión de sus consecuencias!
Abdeslam Baraka
24 de noviembre 2012