Los pueblos callan,
Los pueblos padecen
Dolor y sufrimientos
Y tantos engaños violentos.
Los pueblos resisten
Los pueblos viven
Por ver el amanecer
Que les invite a renacer.
Los pueblos aspiran
Y vivir en paz, merecen
No están en sus genes
Revueltas y rebeliones.
¿A quien invocar,
A quien llamar,
Cuando la llaga aprieta
Y que el abandono se hace grieta?
No hay peor presagio
Que la ausencia del ruido necesario
Sea la dulce voz del viento
O el clamor del ser hambriento.
Los pueblos deniegan el desdén,
Los pueblos saben también,
Cuando el silencio se acaba,
Como imponer la luz del alba.
Abdeslam Baraka
Rabat el 4 de diciembre de 2011