El aroma de Jazmín, aún teniendo la primicia del primer soplo, no tendría posibilidad alguna de influir en el sistema mercantilista mundial, sin el nacimiento de un movimiento ciudadano en Europa y América. Además tendría que ser económicamente asistido para producir un mínimo efecto a nivel nacional y no perder su aliento defraudando a su propia ciudadanía.
En cambio el movimiento pacífico de la juventud y de la ciudadanía española "Democracia Real Yá", tiene la ocasión de ser el catalizador de la transformación necesaria y profunda de un sistema global injusto.
Con todo el respeto, hay que decir que ni los pueblos de Islandia ni de Grecia, tampoco los de Irlanda y Portugal tendrían el mismo peso e impacto a nivel universal, puesto que sus movimientos correrían el riesgo de ser señalados como simples protestas anti-gubernamentales debidas a una presunta responsabilidad puntual de mala gestión estatal.
Sin embargo, nadie puede dudar de que los españoles viven en democracia y lejos de ellos una quiebra de Estado. Eso indica que las democracias jóvenes y vigorosas son conscientes de la necesidad de resistir a las derivas de un concepto salvaje e inhumano, de un cierto neoliberalismo dominante y extremadamente reductor.
Los tiempos venideros nos hablarán.
Abdeslam Baraka
22 de mayo 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario