sábado, 27 de agosto de 2011

Un sonnet pour le coeur

Mon coeur ne lit pas, mais aime dire,
Des mots; et qu'importe le délire.
Mon coeur n'écrit pas mais veut s'écrier
En poésie, à travers mon clavier.


Peu importe la pensée, l'idée nue,
Nulle chose n'est aussi bienvenue
Que les vers, qui en toute délicatesse
Savent mettre nos sentiments en liesse.


Un moment de bonheur, un sourire,
De tant d'aise un profond soupire,
Me comblent et m'indiquent le sentier.


Voilà, la sensation d'être ému
Par magie, par de simples mots qui muent
En douce cure de l'âme châtiée.

Abdeslam Baraka
27 Août 2011

sábado, 20 de agosto de 2011

Un hymne à l'émigré

J’aime mon pays
Il s’étend sur deux territoires
J’ai le coeur assez grand
Et la fierté de ses gloires

J’aime mon pays
Terre de tous mes ancêtres,
Celui qui m’abrite
Ou celui qui me voit naître .

Du soleil, à la blancheur des neiges
Seuls mes rêves m’accompagnent
Me guident et me protègent
Dans mes errances en rase campagne.

De la chaleur et du froid
Compagnons de tout le voyage
Je forge et vis ma foi
Dans l’effort, sans autre ambage

Que je sois triste ou heureux
Je travaille pour construire
Avec hargne et sérieux
Les maillons d’un avenir.

Pour moi même et pour mes enfants
Pour que vive l’humanité
Je décline les luttes d’antan
Et toutes les hostilités.

N’aies crainte noble citoyen
De ce grand pays que j’aime
Ma présence n’est qu’un moyen
Pour les volontés qui sèment;

Semer l’amour et puis partir,
Semer l’espoir et suivre sa voie
C’est là ma façon d’écrire
Mes chagrins et mes allègres joies.

N’aies crainte, un jour je m’en irai
Quand à coup sûr, mon heure sonnera
Là où je serai, je t’attendrai
Là où ma compagnie te comblera.

Ici bas resteront les frontières
Témoins de haines et de phobies
Que ceux qui maintiennent ces chimères,
Donnent enfin un sens à leur vie.

Personne n’emportera
De ce monde la moindre matière
Au moment où il aura,
Comme l’émigré, à quitter sa terre

N’aies crainte noble citoyen
Rapproches toi des barrières
Libre des chaînes et des liens
Au souvenir et goût amère


Abdeslam Baraka
Rabat le 20 Août 2011

martes, 16 de agosto de 2011

D'une larme, des flots de bonheur

Le monde peut devenir
Ce que la haine voudrait en faire
Tout aussi vrai, humain aussi,
Est le sentiment d’amour
Qui, lui, sait faire jaillir,
D’une larme versée,
Des flots de bonheur.
Dommage qu’il est encore un choix
Entre raison et folie.

Pourtant, une pensée pour les autres,
Un regard éveillé sur la candeur de l’enfant,
Sur les gens, ceux qui souffrent
Et ceux qui sombrent dans l’abondance,
Au point de la légère insouciance,
Suffiraient à bannir
Le mal que nous portons,
Pour que l’harmonie s’installe enfin
Entre les hommes, l’homme et sa Terre.

Rêvons ensemble
Osons tendre la main
Toucher celle de l’autre
Arborer un sourire sincère
Pour nous même d’abord,
Pour une paix intérieure
Qui fera de l’humilité
La source intarissable
D’une solidarité manquante.

Il n'est pas utopique de penser
Que le bon sens, que la volonté
Continuent âprement d'exister.
D'autres peuples avant nous,
Des contrées humides aux rudes déserts,
Trouvaient leur savant équilibre,
Jusqu'au jour où par mégarde ou cupidité,
Leur idéal métamorphosé, leur vertu égarée,
La corruption s'emparait, hélas, des âmes et de l'esprit.

Abdeslam Baraka
Rabat le 16 août 2011

miércoles, 10 de agosto de 2011

El fracaso del modelo dominante

No es utópico pensar que la razón y la voluntad de los pueblos, puedan forzar el giro decisivo que necesita la humanidad para retomar las riendas de su destino.

Cuando el 13 de Octubre de 2008 publicaba en la tribuna del diario El País el artículo titulado “La crisis financiera vista desde Rabat”, citaba al entonces secretario del tesoro americano Henry Paulson quien al presentar su plan de rescate ante el congreso de EE.UU., confesaba: “si no se aprueba, que Dios nos ayude”. Entonces no podía imaginar todo lo que quedaba por llegar. Aunque concluía mi artículo vaticinando que dicho plan parecía a todas luces insuficiente, nunca pensé que tres años después, el Altísimo seguiría siendo solicitado, a pesar de las relucientes fotos de familia del G20 y de los numerosos anuncios de medidas de regulación y de buen gobierno.

Hace poco, el Presidente Obama advertía que si el Congreso no llegaba a un acuerdo para elevar el techo de la deuda federal, el mundo corría hacia el peligro de una “crisis global”. Pero el nuevo plan se queda corto a pesar de su aprobación, pues no evita las repercusiones previstas por falta de acuerdo y no desactiva la espiral de desconfianza de los mercados financieros.

Tres años después, la segunda gran réplica de la crisis financiera esta servida, de nuevo desde los Estados Unidos . En el intervalo, varios Estados del viejo continente entraron en quiebra, otros retomaron el uso de la porra para implementar duras medidas de austeridad y tratar de yugular el descontento popular creciente. Se inició una nueva guerra en Libia y la “Primavera Árabe” sigue prometiendo ser larga, corriendo el riesgo de quedarse fuera de temporada y hacer durar una funesta lucha fratricida.

Ante la perdura de la crisis y sus rebotes ya no hay lugar a tergiversaciones y falsas promesas. Los remedios propios al sistema no han dado resultado y los expertos en la materia no pueden dar mas de sí. Sus fórmulas de reducción del déficit, del aumento del impuesto, de recortes sociales, de reforma laboral para desbaratar y facilitar el despido, de fomento del crecimiento a través del consumo…etc., han provocado suficientes estragos y derramado muchas lágrimas.

Nadie alude al equilibrio social ni a los derechos inherentes a la condición humana con la consecuente prioridad que se merecen. Hasta el ideal democrático se ve salpicado por el sometimiento de los gobernantes a un mercado dominante, sin juicio ni reglas y no queda a los pueblos mas remedio que indignarse, cada cual a su manera.

El crecimiento a nivel de cifras y estadísticas no lo es todo, máxime cuando se trata de un crecimiento forzado por medio de la agravación del endeudamiento de las familias o a través de obras de prestigio y de oportunismo electoralista. Esa clase de crecimiento a toda costa no hace mas que inflar la burbuja que nos sumerge en un largo sueño del que solemos despertarnos repentinamente atónitos y desilusionados. De igual manera, el crecimiento no puede ser global, puesto que los pueblos no disponen del mismo nivel de desarrollo y riquezas. La actual situación de los países del sur de Europa lo ilustra perfectamente.

En espera de que los economistas se pongan de acuerdo sobre los factores determinantes de un desarrollo duradero, equilibrado y humano, pertenece a los políticos retomar la iniciativa, recobrando su autonomía de decisión, sustentada en el mandato popular y hacer uso del sentido común.

Se trata en primer lugar, para cada Estado de conocer sus posibilidades y de reconocer sus límites en el marco de la transparencia democrática responsable, priorizando la formación, la salud y el bienestar mínimo razonable de su pueblo antes que cualquier gasto superfluo.

En segundo lugar, hacer del recurso a mas democracia directa una tendencia irrevocable, cada vez que se tengan que tomar decisiones de envergadura que comprometan el futuro de los ciudadanos. Y por fin, tratar de rescatar la condición humana de la espiral consumista en la que se ha visto envuelta, no siendo exagerado tampoco hablar de liberarla de la situación de casi esclavitud y de estrés a la que la someten las luchas de competitividad y de rendimiento empresariales.

No es utópico pensar que la razón y la voluntad de los pueblos, puedan forzar el giro decisivo que necesita la humanidad para retomar las riendas de su destino. No hay razón para que no encuentre su equilibrio en nuevas sendas en armonía con su condición y con la tierra que la acoge y que la nutre.

Rabat el 10 de agosto 2011.

Abdeslam Baraka

miércoles, 22 de junio de 2011

Empecemos pues con este proyecto de Constitución y no bajemos la guardia para las siguientes etapas.

Los que llaman al boicot de la Constitución, los que llaman a votar en contra, están movilizados. Al contrario, los que apoyan la nueva Constitución parecen tan seguros del resultado que se desmovilizan cuando no hacen prueba de cierta timidez y dificultad para exteriorizarse. 

Este estado de ánimo permite los que acostumbran a aterrorizar a los que no piensan como ellos que probablemente estén ganando la batalla. 

Nuestra lucha no hace mas que empezar. El actual proyecto de Constitución, solo pone en nuestras manos los principios e instrumentos que nos permitirán construir juntos el Marruecos del presente y del futuro que tanto anhelamos para nuestros hijos. 

Todos los derechos y obligaciones enunciados deberemos ganarlos por nuestra acción cotidiana y comportamiento ciudadano refiriéndonos a la nueva carta magna, apoyándonos en una movilización permanente y una lucha diaria. Al menos tendremos una referencia constitucional y derechos que invocar.

La apuesta es seria e histórica, por lo que la movilización de todos los marroquíes es necesaria y urgente y deberá ser sostenida.

Si algunos partidos o sindicatos optan por limitarse a una campaña tradicional y lacónica, haya ellos, nosotros, los usuarios de redes sociales no nos limitaremos a ello. El momento todavía no está para la auto-satisfacción o el simple apoyo formal. El éxito se contará voto por voto y en función de la taza de participación internacionalmente comprobada.

Apelo a la consciencia de cada ciudadano para que la movilización presente y futura sea real por una democracia real.

Empecemos pues con este proyecto de Constitución y no bajemos la guardia para las siguientes etapas.

Abdeslam Baraka


http://www.map.ma/fr/sections/accueil/texte_integral_du_pr/view

domingo, 22 de mayo de 2011

Los tiempos venideros nos hablarán

El aroma de Jazmín, aún teniendo la primicia del primer soplo, no tendría posibilidad alguna de influir en el sistema mercantilista mundial, sin el nacimiento de un movimiento ciudadano en Europa y América. Además tendría que ser económicamente asistido para producir un mínimo efecto a nivel nacional y no perder su aliento defraudando a su propia ciudadanía.

En cambio el movimiento pacífico de la juventud y de la ciudadanía española "Democracia Real Yá", tiene la ocasión de ser el catalizador de la transformación necesaria y profunda de un sistema global injusto.

Con todo el respeto, hay que decir que ni los pueblos de Islandia ni de Grecia, tampoco los de Irlanda y Portugal tendrían el mismo peso e impacto a nivel universal, puesto que sus movimientos correrían el riesgo de ser señalados como simples protestas anti-gubernamentales debidas a una presunta responsabilidad puntual de mala gestión estatal.

Sin embargo, nadie puede dudar de que los españoles viven en democracia y lejos de ellos una quiebra de Estado. Eso indica que las democracias jóvenes y vigorosas son conscientes de la necesidad de resistir a las derivas de un concepto salvaje e inhumano, de un cierto neoliberalismo dominante y extremadamente reductor.

Los tiempos venideros nos hablarán.

Abdeslam Baraka

22 de mayo 2011

miércoles, 18 de mayo de 2011

Ni tiranía ni democracia sumisa

Lo que ocurre actualmente en España con el movimiento "Democracia real ya" demuestra que la brisa surgida inicialmente al sur de mediterráneo con aroma de Jazmín, no es una revuelta contra la tiranía o la democracia, sino un grito de la juventud y de la sociedad en su conjunto, en contra de un sistema económico « empobreceror" y excluyente.

Es importante tomar nota de la interpretación adecuada de los acontecimientos, para no perder tiempo en conjeturas erróneas de consecuencias peligrosas e inesperadas.

Este movimiento, que no tardará en ser universal, busca el cambio de las reglas de juego en el sentido que se establezcan nuevas referencias, que tengan en cuenta la condición de dignidad humana y su futuro sostenible.

Se podría resumir a la siguiente constatación: "Ni tiranía ni democracia sumisa". Claro que comprendo que sería una paradoja a juicio de muchos y reconozco el carácter extravagante de la comparación. Lo cierto es que tanto las democracias como las tiranías podrían tener algo en común, que es el sometimiento al sistema económico y financiero global. 

Un sistema que consiguió provocar la mayor crisis mundial de todos los tiempos y que se jacta de recuperar sus ganancias, recobrar sus bonos y jubilaciones doradas, a costa de incremento de impuestos, sacrificios sociales e ignorando a miles de ciudadanos en situación de precariedad.

Indignados con razón, sin perder la razón de la indignación.

Desde hace tiempo se ha venido hablando de la pasividad de la juventud frente a la política y casi se le ha tratado  de  inconsciente e irresponsable. Se llegó a temer por el futuro de nuestras sociedades, por causa de esa pretendida falta de relevo. Una actitud que no contaba con la capacidad de reacción y de movilización de la nueva generación, que si no tenía tendencia participativa, era justamente por el rechazo hacia un sistema de castas políticas que les resultaba inoperante y por el que no sentían ninguna atracción. Pero las crisis tienen al menos el mérito de desencadenar reacciones inesperadas y en muchos casos necesarias.

Si el conflicto de generaciones esta establecido a nivel del núcleo familiar,  hay que reconocer que se da con la misma acuidad a nivel político y social. Nadie puede ser menor de edad toda su vida y mucho menos un ciudadano con capacidad de voto y discernimiento. Nadie puede quedar pasivo ante el sometimiento al dictado de los bancos y especuladores financieros. Nadie puede quedar pasivo ante  la desdicha propia y ajena y nadie puede dar la espalda a la pobreza y a la desesperación.

La actual llamada de atención concierne tanto a unos como a otros. A los poderosos, por no percatarse de poner un techo a sus pretensiones y no haber tenido la habilidad de ser lo suficientemente solidarios para compartir en lo razonable. A los seguidores, que sabiendo que la realidad de nuestras sociedades es lo que es, no supieron despreciar la atracción de la fastuosidad del poder y resistirse al codeo con los poderosos. Sin embargo "los de abajo" les esperaban y pudieron creer en ellos.

Esto no es una rebeldía. Es un problema real que merece reflexión y diálogo con los que deberán hoy y mañana, tomar las riendas de nuestro itinerario. Es algo que merece ser considerado en serio, sin olvidar que igualmente, crea el ambiente propicio a toda clase de intrusiones y desviaciones por los riesgos totalitarios de toda índole que nos asechan.

Queda por creer en la consciencia de nuestra juventud y  apostar por la posibilidad de que nos dejaría acompañarla  en sus decididos pasos así como por nuestra voluntad de entrever su futuro y no el nuestro.

De hecho se busca un nuevo sentido a la democracia.

Abdeslam Baraka

18 de Mayo 2011